sábado, 15 de mayo de 2010

Dormir un poco



Sólo encuentro refugio en mi mismo.
Hacer me hace encontrar un poco de paz, rodearme de desconocidos sin tener que dar ni decir demasiado.
Es mejor así a que claudicar a eternos estúpidos reclamos.

Dormir en la habitación de cemento armado, donde casi no penetra el aire ni las señales del celular, ha pasado de ser un calvario a un necesario sosiego.
Escucho a Kurt y creo que lo entiendo. Quisiera acompañarlo.

Estoy caminando sobre troncos que flotan en un río caudaloso, e intento no mirar la corriente ni buscar la orilla con mis ojos, tan sólo busco mantenerme en pie de la manera que me sea posible, aún cuando ello signifique abandonar un grueso tronco que hasta un momento parecía seguro y confortable.

Quiero dormir aunque sea diez minutos y que no me hablen...