sábado, 23 de octubre de 2010

resignación


Miro atrás y dentro y pienso que lindo sería que fuese lo que no es.

Y vienen los flashes de las risas y encuentros, y apago lo negro, apago lo negro.

Entonces es cuando entiendo que ya no.

Una lija me arranca el estómago por dentro. Retuercen mi esófago y casi en un ahogo, no puedo gritar. Camino con una tonelada en la cabeza que apenas soporto sin doblegar las rodillas.

Así es cómo golpea mi resignación.

sábado, 16 de octubre de 2010

grito silencioso


¿Cómo separarse de alguien a quien se quiere profundamente y con quien hemos transitado una parte del camino? ¿Cómo digerir las palabras con aire de despedida?, esas que se escuchan sin decirlo. La tristeza que corta el aire calmo. No hay heridos graves, solo agudo dolor.
Esto duele como la concha de la madre.