sábado, 18 de febrero de 2012

Realidad Aumentada

Tendría seis años, me miré al espejo y comencé a llorar desesperadamente. Mi madre llegó inmediatamente; no sabía de la gravedad del asunto.

Yo me veía feo y eso me desconsoló.

La vieja dijo que el problema era el espejo, así que trajo el de su dormitorio y lo cambió. Me fui a la contento a la escuela.

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