Mientras la chica rubia me hacía sexo oral en el auto, recibí un mensaje de la flaca, - Trato de no pensar, no lloro nunca, pero te extraño, no sé qué es lo mejor, pero son decisiones…-
Por un momento volví a recordar que nunca habíamos tenido la despedida que nuestra relación mereció.
Me vino a la cabeza aquella noche justo antes que se fuera. Recuerdo que la abracé mucho y fuerte, la llené de besos allá en el sofá del living y ella me miró como sorprendida y algo sospechada. Sentí que no nos íbamos a volver a ver.
-Me encanta tu pija, - me dijo la chica rubia. Terminé. Me sentía triste.
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